El desarrollo científico en la Oftalmología desde la investigación doctoral

La Oftalmología ha contado siempre en Cuba con profesionales de alta inquietud científica e investigativa, dentro de los que podemos mencionar a los doctores Juan Santos Fernández y Carlos J. Finlay (siglo XIX), quienes impulsaron ─a través de las publicaciones científicas─ los avances de la especialidad y situaron a Cuba entre los países de avanzada en el mundo.1

En el siglo XX continuó este progreso, y especialmente posterior al año 1959, con el desarrollo integral de la medicina cubana en función del pueblo, se potenció e impulsó este avance, donde los doctores Jaime Alemany Martorell y Marcelino Río Torres ─desde el Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” y el Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”─ lideraron las investigaciones científicas en la especialidad, y como resultado condujeron a la formación de más de 30 Doctores en Ciencias en todos estos años.1,2

Esta política de formación científica de profesionales, especialmente de la salud, fue una estrategia del país impulsada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz para lograr el desarrollo de las ciencias y de la sociedad. La Oftalmología, al ser una especialidad con un desarrollo científico tecnológico vertiginoso, ha permitido devolver la visión a millones de pacientes, lo que ha repercutido directamente en su calidad de vida y ha permitido su reincorporación social. Un ejemplo es la Misión Milagros, un programa impulsado por Fidel Castro y Hugo Chávez, que ha dado respuesta a la necesidad de resolver diferentes discapacidades visuales, especialmente la catarata, en Cuba y en el mundo.2

En Cuba, según refirió recientemente el presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, es imprescindible aplicar los resultados de las investigaciones científicas a la práctica médica diaria; potenciar el ahorro de recursos y mejorar de forma creciente y constante la calidad de vida en relación con la función visual y la salud integral de la población. En este contexto, las investigaciones en la especialidad, y sobre todo las que respondan a un diseño de estudio doctoral, cobran una importancia mayor por la necesidad de formar y desarrollar un profesional atento a la reflexión sobre la ciencia y la tecnología, que responda a la necesidad de elaborar un sistema de superación profesional basado en el tratamiento de las relaciones ciencia-tecnología-sociedad, adecuado a las peculiaridades del sector de la salud y a la especialidad de Oftalmología.

Por otra parte, Díaz-Canel indicó que estas relaciones deben sustentarse en una concepción que permita brindar solución a las insuficiencias que afectan actualmente la educación doctoral de posgrado y que contribuya a la configuración de una cultura científico-tecnológica con bases epistemológicas, axiológicas y éticas, ya que la esencia de la educación doctoral es la preparación de académicos, que desarrollarán el conocimiento de la Oftalmología y facilitarán su transición a la práctica médica, acorde con los estándares internacionales.3

La educación doctoral debe tener como objetivo promover el debate académico, la reflexión crítica del pensamiento de cada cual, y el diálogo, a través de un proceso interactivo que permita crear habilidades que contribuyan a la preparación doctoral. La socialización de los resultados de las investigaciones en los grupos de trabajo y los consejos científicos fomentan un pensamiento reflexivo y el análisis crítico del trabajo académico, lo que contribuye a la preparación doctoral desde una perspectiva de la especialidad, y permite generar conocimientos que impulsen la docencia, la investigación y la práctica médica.4,5)

El resultado de esta formación repercute en la creación de profesionales con el liderazgo necesario para conducir investigaciones que promuevan el avance científico de la especialidad y aseguren, para las generaciones futuras, una Oftalmología basada en el desarrollo de la ciencia que sitúe a Cuba entre los países más avanzados.

En el contexto actual de la pandemia de COVID-19, el programa doctoral de Oftalmología ha permitido que especialistas jóvenes se encuentren en diferentes fases de este proceso, como los siguientes doctorandos cubanos y sus respectivas tesis:

  • Heidy Hernández Ramos: Facoemulsificación bilateral simultánea. Resultados visuales, calidad de vida y análisis de costos. Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”. La Habana.

  • Dunia Cruz Izquierdo: Implante secundario de lente de cámara anterior con apoyo angular versus suturados a iris. Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”. La Habana.

  • Irene Rojas Rondón: Eficacia y seguridad del Heberferón en pacientes con carcinoma basal de los párpados. Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”. La Habana.

  • Henry Pérez González: Extracción del cristalino transparente para el control de la presión intraocular en pacientes con cierre angular primario. Hospital General Docente “Abel Santamaría Cuadrado”. Pinar del Río.

  • Danay Duperet Carvajal: Ozonoterapia en la úlcera corneal grave de etiología bacteriana. Hospital General “Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso”. Santiago de Cuba.

  • Magdevis Ruiz Miranda: Valor predictivo de la hemoglobina glicosilada y albuminuria en la progresión de la retinopatía diabética. Hospital General “Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso”. Santiago de Cuba.

De igual modo, se encuentran en proceso de doctorado en Cuba los siguientes especialistas internacionales:

  • Runze Zhao (República Popular China): Evaluación hemodinámica del flujo sanguíneo arterial ocular en pacientes con hipertensión arterial sistémica. Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”. La Habana.

  • Fu Qiang (República Popular China): Comportamiento del astigmatismo en la cirugía del cristalino por técnica de facoemulsificación. Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”. La Habana, Cuba.

  • Wang Jiayue (República Popular China): Crioanalgesia en la cirugía del cristalino por técnica de facoemulsificación. Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”. La Habana, Cuba.

  • Li Fengui (República Popular China). Evaluación de la calidad de vida, efectividad y seguridad de la lente fáquica Acriol 128 en la alta miopía. Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”. La Habana, Cuba.

Este impulso a las investigaciones nacionales e internacionales con salida doctoral refuerza la afirmación de que siempre existe una oportunidad para evaluar el trabajo asistencial desde la óptica de la investigación científica, con el fin de aumentar la calidad, la seguridad y la efectividad de sus resultados y contribuir al desarrollo científico de la especialidad de la Oftalmología en Cuba y en el mundo.

Referencias bibliográficas
Historial:
  • » Recibido: 19/04/2021
  • » Aceptado: 20/05/2021
  • » Publicado : 22/11/2021


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